Durante su embarazo, tu madre prefirió escoger hoteles sin escaleras. Los hoteles con escaleras pagan más caras las pólizas de seguro que los que carecen de ellas. Hacen sudar al cliente con maletas. Los clientes que tropiezan en las escaleras acaban su estancia con un mal recuerdo. Y sin embargo cuando se habla de la accesibilidad en el turismo muchos piensan sólo en la silla de ruedas.
Pregúntale a tu abuela cuántos escalones está dispuesta a subir para ir al restaurante tres veces al día. Complicar la estancia a los clientes no es inteligente. Y nos gustan los hoteles inteligentes, aquellos que evitan el “café para todos” y diversifican sus servicios.
La ducha consume mucha menos agua que la bañera, es más cómoda para evitar resbalones dramáticos y es más accesible a los clientes menos ágiles. Hasta cantamos mejor en la ducha.
400 millones de personas no pueden manejar un ordenador, no pueden navegar fácilmente en Internet, y sólo uno de cada mil sitios web es accesible. ¿Cómo entonces van a escoger, como tú y yo, su destino para las vacaciones, paso primero para escoger hotel?
NATIVE introduce todos estos parámetros y muchos más en su filosofía de trabajo. Y esta web la puedes usar también aunque no puedas ver la pantalla, tocar el teclado o hablar al ordenador. Porque incluso sin ver, tocar ni hablar, puedes navegar sustituyendo el click del ratón por soplidos en el micro. No es magia, es tecnología y es hora de usarla. Y es inmoral no hacerlo. Bienvenidos todos.