Plagiando una campaña de Renault… ¿y si el lujo fuese el espacio? Y aplicamos la filosofía a este pequeño hotel a las afueras de Tudela -las mejores verduras de España a decir de muchos-, en el que todas las habitaciones son suites-apartamento, generosas en dimensiones y en servicios, y gozando de una parcela común, con una pinada y un olivar, donde un gran jacuzzi al aire libre es la diversión familiar o un relax en pareja o con amigos. La facilidad de acceso y disfrute de todos los clientes es filosofía del establecimiento, que cuenta con baños adaptados para personas con movilidad reducida en todas las estancias, y hasta con duchas de hidromasaje con música y cromoterapia. La línea de los edificios -rehabilitación de antiguos establos de ovejas- es funcional y minimalista, y la decoración interior muestra paredes exentas, baños de diseño y salones con mobiliario vanguardista, en madera, cristal y cuero, con televisiones de plasma y equipamiento de cocina impecable. La luz invade todas las estancias a través de grandes ventanales que nos muestran las llanuras de este sur navarro limítrofe de las Bardenas Reales. Y nos muestran la silueta imponente del Moncayo, nevada en invierno. La cafetería cuenta con chimenea y nos ofrece la posibilidad de hacer barbacoas en el exterior. La libertad de movimientos en su terreno de dos hectáreas muy largas y la libertad que nos dan las suites-apartamento hacen del conjunto un espacio eminentemente funcional y cómodo. El compromiso ecológico es absoluto, las calderas se alimentan con hueso de aceituna, los colores de la construcción se integran en el entorno. La ropa de cama es hipoalergénica y podemos escoger almohada, las televisiones son de 40 pulgadas con entrada USB, las persianas son eléctricas, las puertas correderas, y ante nuestra puerta disponemos de mesa con sillas y parasol. En conjunto, un espacio de libertad y vanguardia..