Hay paisajes que son amigos de la soledad… como los libros. Hay paisajes que uno vuelve a leer como los libros que le dejaron huella. El hallazgo de un paisaje puede cambiar nuestro destino, como el hallazgo de un buen libro. A Charo García le atraparon estas colinas por las que serpentean ideas y sentimientos, pueblos de deslumbrante blancura, ramblas, campos de dunas, desiertos volcánicos, una atmósfera transparente en la que flota el aroma de las plantas, y una gran lluvia de estrellas que a menudo caen y nos calan hasta los huesos. Y decidió crear “La Joya de Cabo de Gata”, un milagro en el Desierto de Almería. Una hectárea para perderte, un lugar para encontrarte. Charo te ofrece alojarte en su casa y elegir entre sus dos cortijos y la haymah. Acogedores como si estuvieras en un buen hotel con encanto, y cálidos como si se tratase de una cuidada casa rural. El jardín se extiende a lo largo de una hectárea en una colina asentada en medio de la paz del desierto, salpicada por olivos y árboles frutales, en perfecto equilibrio con su entorno natural, un paisaje andaluz. Un slow hotel en un paisaje sin tiempo.