Ieo Ming Pei levantó la veda de la ruptura exitosa de la arquitectura con su entorno inmediato en el patio central del Louvre, a pocos metros donde un siglo antes Eiffel dio a luz al símbolo de una ciudad. Viura hereda ese espíritu y nos ofrece 33 habitaciones y suites privilegiadas en un edificio singular que rompe con el paisaje y a la vez se integra en él. Como la gema que surge entre la roca común, los volúmenes de Viura, sus texturas, colores y brillos son ya un símbolo de la Rioja Alavesa. Desde la terraza panorámica de la última planta contemplamos la Iglesia de San Andrés (1538-1728) y en torno al pueblo las cumbres de la Sierra de Cantabria. La calidad es norma, con camas King-size o ducha efecto lluvia en todas sus estancias, y un estilo poderosamente personal en sus ambientes.