Los palmerales, herencia de los siglos de dominación árabe en el sur de Alicante, han dado a Elche uno de sus dos Patrimonios de la Humanidad de la UNESCO. Y el Hotel Huerto del Cura toma su nombre del palmeral más emblemático de la ciudad, que es también propiedad histórica de la familia Orts Serrano, que regenta el hotel. Estamos en un auténtico resort urbano, un bosque en la ciudad, un espacio casi caribeño en el que una selva de palmeras, buganvillas, cactus y plantas de gran porte envuelven el camino que recorre los bungalows en los que se encuentran las habitaciones, casi todas en planta baja, muchas ambientadas en un estilo colonial que hace juego con lo que vemos por los ventanales. Mobiliario de teca, tonos tierra y beige, algodones y linos. El silencio domina todos los espacios del hotel, salvo que el viento nos regale el rumor de las palmas en movimiento.