Jugando con la toponimia, el hotel Gran Claustre es, diríamos, la hoja más alta de Altafulla, compartiendo la cima del casco viejo -la Vila Closa- con el precioso castillo de los Montserrat. Es mágico recorrer el pasadizo que bajo el edificio antiguo del hotel nos lleva del parking a la recepción. Decimos antiguo -1746, hotel desde 2004- porque también está el nuevo -2010, nueva planta-, camuflado entre las otras fachadas de esta cima del pueblo, casas de los siglos XVII y XVIII, conjunto urbano De Interés Artístico Nacional. Puertas adentro, ambos edificios, antiguo y moderno, son dominio del diseño, del mobiliario actual y los ambientes acogedores. En el primero, muros de piedra, en el segundo, espacios de vanguardia. Un rincón favorito es el patio con piscina, a la sombra de sus palmeras washington, al calor de la fachada caldero del ala veterana. El hotel dispone de 39 habitaciones que reciben nombres de colores, minerales y piedras preciosas. El nuevo centro de spa, con servicios de belleza y masajes en un espacio realmente exclusivo, y un gran hall con chimenea y un elegante patio chill out completan este espacio hotelero de lujo en un magnífico entorno histórico.