En Bierge, junto a la Sierra de Guara que el descenso de cañones ha hecho universal, encontramos este hotel familiar que cultiva a sus fieles. Desde un edificio de nueva planta, con piscina y buen restaurante, la Hostería se ha convertido en un referente de la zona, y parada habitual de los amantes de las aves, del deporte o del silencio. El hotel está rodeado por campos de cultivo, con vistas al pueblo y a la sierra. Las habitaciones son luminosas, con grandes ventanales, y el cariño de las tres hermanas gestoras por su trabajo se plasma también en la mesa. En verano es rincón favorito la terraza sobre el jardín y la piscina. En invierno, el saloncito de lectura o los sofás junto a la chimenea. En el restaurante y en la cafetería, cuando el frío, es gloria sentarse junto a sendas chimeneas. Rosa, Ana y Eva, saben que la charla tras la cena puede irse a la madrugada, y presumen de cultivar clientes que regresan, amigos de la conversa, del chupito o del ajedrez. En verano en el jardín con olivos que rodea la piscina da frescor y sombra, y tan a gusto podemos tal vez olvidar que vinimos a recorrer la Sierra más universal del Pirineo Aragonés.