Oír Laguardia evoca tiempos de Reconquista, pero desde la ventana de nuestra habitación de Eguren Ugarte se contempla un paisaje de paz milenario, envueltos en viñas viejas y nuevas. O el sueño de Victorino Eguren, fundador de la Bodega que da nombre a este hotel singular, Best of Wines Tourism 2010 en la categoría de Alojamiento. El hotel es parte de un todo en el que el vino es religión, un espacio para las sensaciones en el que el aire fresco huele a campo llovido, a vendimia en marcha o a barrica abierta, según la estación. En este hotel sensorial los sonidos acompañan a los olfatos, y en nuestro paseo por la finca se alternan el vuelo de abejas o el crujido del sarmiento a nuestro paso. Las habitaciones son amplias y son un mirador sobre la sierra de Toloño y la vecina Laguardia. El singular edificio se levanta sobre 2.000 metros cuadrados de laberintos subterráneos que cumplen con lo esperable en suelo de la Rioja Alavesa. Nos sentimos a gusto en esta casa volcada en lo mejor de la palabra Servicio.