Alojarse en el Ouarzazate moderno o hacerlo en plena kasbah de adobe son experiencias muy diferentes. Dar Kamar -La Casa de la Luna en árabe- está en plena Kasbah de Taourirt, a pocos metros del palacio de los Glaoui, restaurado por la UNESCO. Las construcciones en adobe y las callejuelas peatonales típicas de las antiguas medinas, estrechas, transitadas por los vecinos y algunos burros, nos sumergen en el pasado. La gran puerta tachonada de Dar Kamar, antiguo Palacio de Justicia del Pachá, esconde otro mundo. Un mundo de sensaciones, de aromas, de luces y sombras, de silencio roto apenas por la llamada a la oración del muecín. La decoración cuidada al detalle, las habitaciones con muros de adobe decorado y baños en tadelakt -estuco- de colores. Tomar un té a la menta en la espléndida terraza que domina el valle, con la caricia del sol en el rostro y la sensación de que el tiempo se detiene. Disfrutar de su hammam tradicional y un masaje relajante, ayudarán a completar la sensación de bienestar.