Casona de la Paca es la rehabilitación integral de la gran casa de indiano que levantó a fines del XIX José Martínez, un vecino del pintoresco Cudillero que tras hacer fortuna en Cuba, regresó a su tierra cargado de recuerdos del nuevo mundo. Y que con la riqueza conseguida y con la nostalgia amasada, construyó con orgullo un edificio señorial repleto de recuerdos cruzados: arquitectura neoclásica, vegetación exótica… maneras de ricos en tierras de pobres. La Casona de la Paca es hoy un hotel cálido, su rehabilitación ha mantenido intacto el espíritu de lo que era la casa de indianos, pero adaptándolo a las nuevas necesidades y con las comodidades que esperamos en un hotel con encanto. Las estancias comunes, como el salón principal con chimenea, biblioteca y un pequeño bar o el comedor de desayunos que se transforma en sala de reuniones, de juegos o de lectura, serán nuestros rincones favoritos. El nuevo salón de verano, una galería totalmente acristalada, se transforma también en privilegiada sala de reuniones con vistas al jardín. El silencio, el canto de los pájaros y los aromas del jardín van al ritmo de las estaciones en este hotel que casi se asoma al puerto de Cudillero, al que podemos bajar en un agradable paseo. En el jardín se ubican también unos apartamentos en dos plantas, integrados en el paisaje y muy bien equipados. Este es un hotel especialmente sensorial, un refugio casi costero al abrigo de los embates del Cantábrico.