Archena es icono de una Murcia que orgullosa de la Huerta lo estaba más de sus aguas, ya desde el siglo primero, y así, a orillas de un Segura casi bravo en este inicio del Valle de Ricote, el balneario es hoy un referente nacional del culto al cuerpo sano y de la buena vida. Si bien la mayor parte del complejo -que asemeja a un pequeño pueblo- tiene aires decimonónicos y nobles, lo que más llama la atención es el área moderna, Termalium, un universo de aguas de vanguardia, un mundo lúdico que a través de sus cristales deja ver el paisaje reseco de esta Murcia interior. El suelo fértil se lo llevó el Segura curso abajo, a la Huerta, y queda a la vista un hermoso desierto. Y el río. Y una piscina exterior que pone el contrapunto, con su azul celeste, al color de las arcillas. Y pasamos los días entre un desayuno reponedor, el periódico de la mañana, una sesión de aguas, un paseo por la ribera, un almuerzo con verduras frescas, una tarde de época en la terraza del hotel Termas, un edificio de reminiscencias mozárabes a la sombra de las palmeras. Culto al cuerpo… y a la mente, en definitiva.